Cinnamomum cassia (L.) J.Presl / C. verum J.Presl
LauraceaeLa canela es una de esas especias asiáticas que desde siglos ha sido deseada por Occidente por sus beneficios medicinales y, por supuesto, sus aplicaciones reposteras, culinarias en general: como decía Stefan Zweig, basta una punta de cuchillo de esta aromática especia mezclada en la más grosera de las viandas para que el paladar, halagado, experimente un raro y grato estímulo.
El árbol no crecía en la Antigüedad en Europa, por lo que solo se conocía de él su producto, lo que dio pie a imaginar desde esta ignorancia incluso un origen mitológico para la canela. Así, según el griego Heródoto crecía en el nido del ave fénix. Otro clásico, romano en este caso, Plinio el Viejo, asegura que la canela nace y se cría en Etiopía, junto a unos trogloditas que habitan en cuevas subterráneas, al ser el suelo de su propio nacimiento muy longísimo y muy remoto de toda Europa. Estas leyendas las recoge Maximiliano Transilvano, miembro de la cancillería imperial de Carlos V, para precisamente desmentir a estas autoridades clásicas y afirmar cómo la verdadera patria de la canela y otras especias, junto a una nueva ruta hacia el oeste para llegar hasta ellas, han sido localizadas gracias a la expedición de Magallanes al servicio del emperador. Publicada ya en 1523, poco después de que los 18 supervivientes de la expedición volvieran a Sevilla, la relación de Transilvano se convirtió en la primera versión impresa de esta pionera circunnavegación del globo de empezada por Magallanes y terminada bajo la capitanía de Elcano.
En la pequeña isla de Moti, en las Molucas, sitúa Transilvano el lugar de origen del árbol de la canela, un árbol que este autor describe como muy semejante al membrillero, aunque Transilvano nunca estuvo allí al no haber participado en el periplo magallánico. Sí fue miembro de la expedición Antonio Pigafetta, quien pudo ciertamente, como él mismo bien nos dice, describir la planta de la canela por haberla visto. Lo hace diciendo que sus hojas se asemejan a las del laurel y que la canela de que hacemos uso es su corteza, la cual se cosecha dos veces por año. Explica también el nombre por el que en las Molucas se conoce a la canela, cainmaná o caiumana, de donde ha venido el nombre de cinnamomum, porque caiu significa madera, y manaa, dulce.