Después de Fuente Morales el barranco se bifurca en dos vías, dejando en medio un gran bloque errático que tapona la última colada de lava del Monte Lentiscal. Frente a él y hacia nuestra derecha, asciende un tercer camino de pinos canarios alineados, permitiendo girar y contemplar los diferentes estratos del barranco y la colada desde una posición más elevada.
Aquí justamente se localiza el sexto y último site-specific. Una suerte de intervención delicada que permite mirar atrás para observar el espacio recorrido, pero también en el tiempo, pues desde allí es posible leer en los estratos la creación y destrucción continua del barranco. Un proceso de más de 14 millones de años que ha determinado material y morfológicamente la coevolución de la diversidad biológica y cultural del Guiniguada.
Intervención efímera
Como culmen a la subida a través del Guiniguada, nos encontramos una sorpresa, un retazo de las cumbres, al ritmo constante marcado por los pinos, creando un umbral natural que nos permite observar el paisaje y entender los estratos como una superposición de tiempos geoantropológicos.
Basándonos en ellos, pretendemos llevar a cabo una actuación mediante un proceso de veladura, para posteriormente descubrir el paisaje en toda su amplitud. Para ello emplearemos materiales naturales y biodegradables, ya presentes en el barranco, como pinocha, cañas, ramas y piedras, que se entretejerán con un elemento protagonista, consistente en cuerda de pita.
ESTRATOS es una intervención efímera realizada por los alumnos de la EALPGC Laura Ramírez y Borja Herrera guiada por los profesores Ángel Casas y Elisenda Monzón. Dialoga con las presencias, memorias, músicas y sabores desplegadas en este lugar.